Imagina que vas a escalar una montaña.
En el transcurso del ascenso, te despistas unos segundos y pierdes de vista a tus compañeros.
Te empieza a entrar pánico y encima está todo lleno de nubes. A lo lejos divisas a tus compañeros, pero están tan lejos que ni siquiera tus gritos logran que se den cuenta de que ya no estás en el grupo.
Estás perdido.
Algo similar sucede en los negocios en Internet. Tu servicio y atención pueden ser estupendos pero, salvo que las personas logren verte y dar contigo, es complicado que tengan tan siquiera la oportunidad de probarte.
La visibilidad es sin duda uno de los activos más valiosos de cualquier negocio y la tecnología más que nunca ha logrado democratizar la atención y permite que cualquier profesional sea accesible y cercano desde cualquier parte del mundo. Nos permite hacer llegar nuestra propuesta de valor a aquellas personas a quien podemos ayudar.
Obviamente supone una inversión. Siempre invertimos con algo. Sea con nuestro tiempo personal, sea con dinero… pero lograr esa visibilidad requiere de ese pago. Es el precio que necesitamos pagar para hacer llegar nuestro mensaje.
¿Métodos para lograr visibilidad? Muchos. Tantos como personas.
Pero en el fondo sabes que hay otra parte que se te escapa. Otro punto que es tan o más importante que la propia visibilidad y es la relevancia…
Necesitas ser relevante para tus clientes. Esa es la verdadera clave de la visibilidad con sentido.
Si te interesa profundizar en Cómo convertirte en un profesional más visible puedes hacerlo aquí