A menudo iniciamos nuestra presencia en Internet «con pinzas». Un perfil de Facebook rápido (o una página de fans) y empezamos a publicar artículos para nuestro tipo de público.
Queremos probar si lo que hacemos funciona, qué tal reciben nuestro mensaje las personas que nos leen y si están dispuestas a pagar por ello. Nuestro foco en ese momento está en empezar de cualquier manera y si acaso más adelante, «cuando tenga más recursos, ya crearé la página web para que esté a la altura del buen servicio que tengo«.
En realidad el proceso es totalmente a la inversa.
Cada uno de los canales en los que comunicas (tu web, Facebook, Instagram,…) tiene una finalidad bien diferenciada. Bien empleado y en el orden correcto, se convierten en excelentes herramientas para nuestra comunicación. Ahora bien, si por el contrario empezamos a emplearlos en otro orden… el orden de los factores alterará el producto.
En este vídeo respondo a una pregunta habitual ¿qué va primero crear mi página web o me basta con las redes sociales?
Como puedes ver el orden que te recomiendo es: primero la página web y luego las redes sociales.
Eso te permitirá:
Mostrar al usuario todo lo que deseas mostrarle sin depender de que haya podido leerlo en ese momento o no.
En las redes sociales no aparece siempre todo el contenido. Tu publicas un mensaje pero puede ser visto o no en función del propio criterio de Facebook/Twitter.
Además, aunque se muestre ese contenido tampoco aseguras que el usuario vaya a verlo directamente en ese momento con lo cuál, si tienes un mensaje importante que comunicar, se puede perder en el limbo.
Invertir menos tiempo
¿Te apetece repetir una y otra vez lo mismo a todos tus clientes? En ese caso no hace falta que sigas leyendo, este artículo no te va a ayudar.
En caso contrario, si quieres agilizar y mejorar la calidad del trabajo que realizas te recomiendo que redactes todos y cada uno de los servicios que ofreces con un mensaje muy claro en cada uno de ellos.
Enfocar mejor el mensaje
Te permite organizar los contenidos y enfocar los mensajes que envías a cada tipo de usuario. De ese modo, facilitas a tu cliente que encuentre el material que tienes preparado para él y a su vez, tu cliente, siente que le comprendes al 100%
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