7 Diferencias entre una web profesional y la que te hace el vecino de tu primo

web-profesional

«¡Uy!, ¿una web me va a costar dinero? Pero si hay un montón de utilidades en Internet que me permiten hacerlo gratis. Mira, casi mejor que no hace falta, porque tengo al vecino de un primo mío que está todo el día en Internet y está aprendiendo a hacer páginas web». Te deseo lo mejor, de veras. Sin reencores. Sin malas intenciones ni enfados. Mucha suerte.

Suele ser el diálogo habitual de las personas que por querer escatimar acaban haciéndose la web ellos mismos sin ninguna orientación, o pidiéndole a ese conocido lejano que le haga una web «para estar a la moda y en redes sociales, sí, sí, en redes sociales». Meses más tarde el diálogo es otro:

  • «Que va tío, es que va muy liado el chico y todavía no hemos podido encontrar hueco, pero seguro que la hacemos» en el mejor de los casos
  • «Buah tío, hicimos la web y estamos todavía con cambios porque ahora que hemos querido añadir esto y aquello la web se nos queda corta y hay que cambiarlo todo» en el caso menos favorable
  • «No veas tío, me arrepiento de haberme querido ahorrar lo que me pedían. Si lo hubiera hecho ahora no tendría que cerrar la empresa» en el peor de todos

Hoy en día en Internet, con la cantidad de recursos que hay disponibles, es muy fácil suponer que podemos hacerlo todos nosotros mismos. Que mirando tres o cuatro vídeos gratuitos en Youtube y leyendo dos o tres artículos en un blog estamos capacitados para hacer una web de calidad. Craso error. Yo puedo pasarme semanas leyendo sobre como funcionan los cohetes y estar a años luz de saber fabricar uno. Del mismo modo, es importante contar con un buen profesional que realice una web de calidad.

Vaya por delante que comprendo perfectamente la situación: tu empresa no tiene dinero, o acabas de empezar y lo ves como un gasto innecesario. Todos queremos «optimizar costes» pero… ¿y si te dijera que la web de tu empresa no es un coste y es una inversión? Sí, una inversión, igual que inviertes en comprar libros para ampliar tus conocimientos o en material bueno para salir a correr y no lesionarte.

Ahí van las 7 diferencias que hay entre que la web te la haga «el vecino de tu primo» y que te la haga un profesional de los negocios en Internet.

Definición de objetivos de conversión

alicia-maravillas

La base de conseguir los objetivos es trazar un mapa de ruta y sobre él definir el camino a seguir. Si contratas a un profesional web la finalidad es que tú logres objetivos medibles y resultados sólidos; si la web la hace el vecino de tu primo el objetivo es terminar la web. Ni más, ni menos.

Experiencia en Internet

No hace falta que te cuente que es vital tener experiencia en Internet, ¿verdad? Esa experiencia es la que marca la diferencia entre una web que factura miles de euros a una que obliga a cerrar a la empresa. Un buen profesional te asesora teniendo en cuenta los objetivos de tu negocio y el vecino de tu primo dice «amén a todo». ¿Quieres un mariachi bailando en la portada o que tu web sea un collage de webs sin ton ni son? Entonces contrata al vecino de tu primo. Si no, por favor, contrata a un profesional.

Usabilidad

Por si no lo sabes la usabilidad es «la facilidad de uso» que tiene un sitio web. En el caso del profesional es más que seguro que va a primar una web usable con un buen diseño y que remarque lo importante según los objetivos que habéis definido que son mejores para tu negocio. Y créeme, un cambio pequeño en la conversión de un sitio web puede suponer la diferencia entre empezar a facturar de forma constante o tener una tasa de rebote muy alta (visitas que entran a tu web y se van).

SEO (Search Engine Optimization – Optimización para buscadores)

«¿SEO qué? Eso no nos lo han enseñado en el curso pero tranquilo que te va a quedar una web bonita, bonita» No la verá nadie, pero tendrás en tu casa un Picasso precioso que sólo hará que coger polvo y más polvo.

Entre las bases de todo buen proyecto web que se precie hay que tener en cuenta que una fuente de tráfico estable a largo plazo (salvo que hayas empleado tácticas maliciosas) es el posicionamiento orgánico en buscadores. No descubro nada nuevo si te digo que Google es una de las fuentes más potentes de tráfico junto con lo que puedes obtener en redes sociales ¿verdad? Pues esa es la diferencia principal: un buen diseñador web optimiza tu web para buscadores, uno malo se ocupa sólo del diseño.

Textos optimizados para la conversión

Cuando navegamos por una web nos guiamos por nuestros instintos más primitivos. Nuestra parte subconsciente se activa y empieza a funcionar en «piloto automático». Por tanto, no es de extrañar que gran parte de la forma en que nos expresamos en nuestro sitio web, la claridad con la que transmitimos, etc influya en un gran porcentaje en el resultado final y el porvenir de nuestro negocio. Por ello el buen diseñador respeta el estilo y forma de expresarse de cliente pero asesora con respecto al tipo de textos que más convierten visitas en ventas (o el objetivo que persiga el sitio).

Garantía del servicio

Una página web no es muy diferente a cualquier producto físico que adquiramos. Por tanto un buen profesional ofrecerá garantía y mantenimiento sobre su trabajo (aunque lo cobre o venga incluido en el precio que nos facilita). El vecino de tu primo dirá «Uy, pues no se que has tocado pero se ha roto. Me pillas que me voy de viaje, te lo miro a la vuelta (en 3 semanas)»

Convierte visitantes en ventas

Si hubiera que elegir una diferencia GLOBAL en todo lo expuesto sería que una web hecha por un profesional convierte visitas en ventas. Al final, si lo piensas bien, es el objetivo principal que estás persiguiendo con tu negocio (y el mismo que persigue un buen profesional que quiera ayudarte). Un cliente contento es un cliente que habla bien de ti y luego deja testimonios de satisfacción web . El vecino de tu primo te lo hará gratis o «baratito baratito» y luego acabarás acordándote de que a veces lo barato sale caro.