Mucho se habla de cómo hacer las mejores presentaciones para inversores, cómo lograr la estrategia de marketing ideal e infalible, etc y muy poco acerca de las características mentales, rutinas, formas de actuar,… que han conducido al éxito a algunas personas. Lo primero al final no dejan de ser herramientas o tácticas. Útiles, pero herramientas, y las herramientas sin un buen modo de usarlas nunca conducirán a replicar resultados parecidos. Yo puedo quedarme admirado por el vuelo de un cohete, pero sin un conocimiento profundo sobre cómo funciona difícilmente logre replicar o mejorar el cohete. Por tanto, el basarse sólo en aplicar técnicas de forma mecánica no creo que conduzca al éxito.
A esto se le suma lo que se podría llamar como «la magia del éxito», es decir, cuando sale una noticia de que tal o cual persona ha conseguido vender su empresa por muchos millones de euros, tal joven ha creado tal cosa desde su casa sin invertir un euro en marketing, etc. No me malinterpretéis, necesitamos montones de noticias de este tipo, aunque quedarse con el hecho puntual sin ver todo el gran trabajo que hay detrás es distorsionar la realidad. Como pretender subir el Himalaya sin entrenar. Todo gran éxito conlleva una cadena de sucesos que empiezan por uno mismo y por una forma peculiar de ver o afrontar las cosas. Además de eso creo que no hay más secretos que trabajo, trabajo, trabajo…y algo de suerte ya que estamos 😉
Durante estas últimas semanas me he adentrado más en querer ver qué considera éxito la gente de éxito, cómo logran ese éxito, qué características personales tienen las personas que lo logran, cómo han llegado a ello,etc. Pienso que es muy importante esta parte por dos motivos. En primer lugar, con la actitud adecuada eres capaz de aprovechar las herramientas correctamente mientras que con sólo las herramientas y sin esa ‘actitud’ es imposible replicar un éxito. Y en segundo lugar, siempre he pensado que puestos a intentar ‘copiar’ o aplicar la forma de ver las cosas de alguien, prefiero hacerlo sobre la gente que veo que las cosas le van bien, que llevan una vida plena y feliz, etc.
Para destilar este éxito he hecho acopio de muchos libros que narran la historia de emprendedores de éxito, otros que hablan sobre mejora a nivel personal y también leyendo muchos post en internet y viendo conferencias de Ted y similares. Como conclusión antes de empezar a desengranar las entrañas del éxito diré que me ha sorprendido gratamente ver que TODOS sin excepción reflejan formas muy similares de actuar, la misma forma de ver las cosas, etc (con matices, obvio).
Sin más preámbulos, aquí os dejo el resultado:
- Confianza en uno mismo y en sus decisiones. Llegan a desarrollar una confianza absoluta en sus propias decisiones, saben que en la mayoría de ocasiones les conduce a equivocarse pero esas equivocaciones les acercan más al éxito con lo que lo enfocan desde ese punto de vista. Tenemos una cultura del error muy marcada desde pequeños, se castiga mucho el error y eso hace que a nivel subsconsciente desarrollemos la creencia de que equivocarse está mal visto. Nuestro subconsciente no discierne, funciona a nivel muy primitivo y sólo ejecuta en base a creencias arraigadas en algún momento de nuestra vida. Con lo cual, cualquier cosa que nos lleve a la posibilidad de querer equivocarnos, intenta evitarlo puesto que en el pasado ha aprendido que eso trae ‘sufrimiento’. Sobra decir que esto es erróneo, ¿acaso cuando éramos pequeños y aprendíamos a andar nos preocupaba caernos?
- Son conscientes de sus éxitos diarios y los celebran. Por pequeños que sean, da igual. Esto es beneficioso por 2 motivos. El primero es que refuerzan la creencia de que son capaces de hacer lo que se propongan puesto que cada día encuentran un motivo por el cuál celebrar las cosas y por tanto saben que «todo va bien», además a nivel subconsciente es una palmadita en la espalda que dice «venga, que va bien» y refuerza esa creencia de confianza en las propias decisiones; el segundo es que crea una sensación de avance que de otro modo sería apenas imperceptible. Acabar una maratón es un hecho puntual sin embargo al ser un objetivo tan a largo plazo a no ser que vayamos reforzando la creencia de que vamos progresando y vayamos fijándonos metas a largo plazo, perdemos la sensación de progreso diario y eso a nuestro cerebro subconsciente le manda el mensaje de «bah, no hagas eso que total no ves que no te lleva a nada?»
- Gestionan los contratiempos temporales de forma eficaz. ¿Y cuál es la forma eficaz? Fácil, según van viniendo se van gestionando los contratiempos y una vez puesta en marcha la solución los dejan de lado y se enfocan en otras cosas más productivas sin lamentarse, compadecerse o comportamientos similares que únicamente conllevan un gasto de energía que no produce ningún resultado positivo. Fijaos bien que he dicho «contratiempos» y no «errores» y esto es realmente debido a que no ven los pequeños problemas que van surgiendo como una equivocación sino como parte inevitable del proceso de aprendizaje. Por último recalcar lo de «temporales» ya que bajo este punto de vista refuerzan la creencia de que eso es algo que se ha producido en un momento puntual y que cesará en el tiempo igual que ha aparecido. Todos esos obstáculos son vistos como una forma de aprender.
- Foco en el cliente. La finalidad del negocio es hacer algo más útil, más cómodo o más barato para la vida del cliente, no pensar en «cómo le vamos a sacar la pasta a nuestro cliente». Al centrarse en el propio negocio y en ayudar al máximo al cliente se pierden muchas cosas que en muchas ocasiones son superficiales como «qué está haciendo la competencia», etc. No me malinterpretéis, no digo que no sea importante controlar el flujo de caja, tener controlada a la competencia, etc sino simplemente que el foco de un negocio es ayudar y cambiar la vida de la gente. Saben que a cuanto más gente logren ayudar indirectamente más dinero lograrán crear. El dinero es un medio para un fin.
- Orientados 100% a objetivos. Tienen una visión de a dónde quieren llegar y se dedican actuar siempre con ese fin en mente y de forma coherente con ello sin preocuparse de rellenar las líneas que van a ir uniendo los puntos, ni de los puntos que van a aparecer por el camino. Sólo hay punto A (ahora) y punto B (objetivo), entre medias únicamente van viendo dónde se van encontrando y corrigiendo ligeramente el rumbo porque saben que se acercan a B. Recalcar lo de la coherencia. No tiene sentido que yo diga que quiero hacer un maratón y pretenda llegar sin haber entrenado nada.
- Confianza plena en su servicio. Richard Branson hace siempre hincapié en que él no se mete en los negocios para hacer dinero, sino si ve que puede ofrecer algo mejor o de valor para los usuarios y si le divierte la idea de hacerlo aunque nadie antes lo haya hecho. Saben que ofreciendo algo de valor, mejor que cualquier otro, es cuestión de tiempo que los usuarios vengan a hacer cola. No se plantean «uy, igual me copian» o «uy, la competencia ha hecho esto pues yo haré eso también». Tienen tan claro que lo suyo es algo de tanto valor que únicamente han de centrarse en escuchar bien a su cliente, olvidándose del resto.
- Vocabulario y pensamiento en grande. Parecerá una idiotez pero la forma en la que hablamos refleja mucho nuestra forma de pensar, que a su vez delimita nuestra forma de actuar. Actuamos en base a quién creemos que somos y somos capaces de lograr lo que nuestro subconsciente cree que podemos lograr, de hecho lo hace tan eficazmente que es muy poco probable que alguien tenga éxito de forma duradera y a largo plazo si realmente no cree que pueda tenerlo. Dicho esto, toda la gente de éxito tiene un vocabulario y una forma de pensar a lo grande. No piensan, «bueno, vamos a intentar hacer un producto que haga un poquito de competencia a esto», piensan «vamos a hacer lo más grande jamás inventado y revolucionar la industria X»… se comprende perfectamente ¿verdad? 😀
- Plenamente comprometidos. Hay una gran diferencia entre compromiso y deseo. El deseo es algo que nos gustaría que sucediera y nos cayera del cielo… «ojalá pudiera X», «ojalá pudiera aquello otro»… sin embargo el compromiso son palabras mayores, implica que hemos de pasar a la acción y que nuestras acciones han de ser pleno reflejo de nuestro objetivo.
- Divertirse mucho. Dedicas muchas horas al día a lo que te apasiona… no hay mejor forma de demostrar que te apasiona que divertirte mucho y pasarlo bien. Seamos francos, en entornos con alta incertidumbre las posibilidades de que finalmente las cosas no salgan como uno piensa son altas. Como no te ocupes de disfrutar de todo lo que haces, al final estarás hipotecando tu vida por una supuesta felicidad que se encuentra en la meta y te estarás privando de toda la felicidad que podrías haber disfrutado en pasos intermedios. De nuevo, Richard Branson es más tajante y dice que no entra en ningún negocio en el que sepa que no se va a divertir, aunque sepa que el sector pueda dar mucho dinero.
- Tomar riesgos calculados. Toda decisión implica riesgos, obviamente, así que más vale aprender a manejarnos bien con la toma de decisiones. La mejor forma de tomar decisiones es con riesgos calculados, es decir, valorar el riesgo máximo que conlleva cada elección y definir o pensar las acciones correctivas a tomar en cuenta si ese riesgo se manifiesta. Salvo excepciones no se la juegan a todo o nada.
- Ser visibles. Encargarse de que se les vea el careto todo el día, y no por ego si no por que saben que al final la mejor publicidad de un negocio es uno mismo.
- Ser conscientes de los defectos. Todos tenemos defectos, sin embargo las personas de éxito suelen centrarse en potenciar sus virtudes y en delegar o trabajar por mejorar en sus defectos.
- Su definición de éxito. Aquí viene el quid de la cuestión… hemos estado hablando de éxito pero para cada persona significa algo diferente. Para unos éxito será ganar 10millones de euros al año, para otros será tener un autoempleo, etc. Sin embargo, todos ellos coinciden en definir el éxito como el progreso diario que han hecho en mejorar algo cada día. Es decir, cada día tienen éxito puesto que cada día trabajan duro en mejorar, en conseguir luchar contra sus debilidades, en lograr una diferencia significativa en el mundo, etc
Y hasta aquí todo lo que he aprendido sobre el éxito. Espero que os haya resultado igual de útil que a mi descubrir que nadie es un superhéroe y que si alguien consigue resultados diferentes a otra persona es porque trabaja, piensa y actúa de forma diferente. Está bien tenerlo por aquí anotado para momentos de flaqueza.